El día de la final, el Athletic se presentó en el campo para jugar el partido, y se encontró con que su rival no aparecía, así que se marchó a Bilbao con la Copa, no sin antes ganarle un partido amistoso a su sucursal madrileña. Alberto Zarraoa, que fue presidente del Athletic de Bilbao 5 años después. Darío de Arana y Urigüen, que había sido portero del Madrid hasta el año anterior, y que fue el primer capitán de la historia del equipo.