No se decidía por uno para desarrollar una carrera hasta que un entrenador de natación le dio el mejor consejo de su vida: en Holanda ya había muchos buenos nadadores, así que lo mejor es que se dedicara al atletismo. Todos ellos pasaron finalmente a formar parte de la plantilla, excepto Mundo, que formó parte de una complicada operación para mantener en el equipo a Germán, propiedad del Racing de Santander.